La evaluación de cada alumno atenderá a la claridad y correcto contenido de sus respuestas en el examen oral; a la argumentación esgrimida en los casos prácticos debatidos y a la originalidad de la exposición cuando, en su caso, haya defendido una ponencia de manera voluntaria. Se valorarán los conocimientos adquiridos, la asistencia participativa a las clases, la profundidad de los razonamientos en las prácticas que realice, el rigor de las ponencias que defiendan, la crítica a pronunciamientos judiciales, los comentarios a noticias de actualidad, etc...

La calificación final de un alumno podrá considerar sólo alguna de las pruebas realizadas debido a su singularidad o brillantez, esto es, bien sólo las respuestas dadas en el examen oral, bien sólo la argumentación ofrecida en los casos prácticos, bien sólo la ponencia presentada. De tal  modo que, en lugar de obtener su nota por el resultado de la media de las calificaciones de las distintas pruebas, se atienda sólo a la nota máxima en una de las pruebas realizadas.